São Paulo, Brasil
Es el Santuario de Grandes Simios pionero y más grande entre los cuatro afiliados al Proyecto GAP. Es también el Santuario de grandes simios más grande de América Latina. Fue fundado en el año 2000 por el empresario Pedro Ynterian, quien lo mantiene hasta el día de hoy.
Actualmente alberga alrededor de 250 animales, 45 de los cuales son chimpancés y otros pequeños primates, aves, grandes felinos y osos. El Santuario tiene un área de cinco hectáreas y 63 recintos para chimpancés, algunos con 1000m2, divididos en 14 complejos. Las instalaciones están preparadas para ampliar y recibir otros animales que sean rescatados de situaciones de maltrato.
El equipo permanente del santuario cuenta con dos veterinarios y 20 cuidadores, que acompañan el día a día de los chimpancés y otros animales y desarrollan actividades de enriquecimiento ambiental, siempre con el objetivo de mejorar la calidad de vida en el medio cautivo.
La mayoría de los chimpancés del Santuario de Sorocaba tienen algún historial de maltrato por parte de humanos, observándose como traumas físicos y/o psicológicos marcados para el resto de sus vidas. En los circos, eran explotados en forma de mano de obra esclava en la que eran agredidos físicamente, castrados y extraídos los dientes de una forma totalmente arcaica. Estas condiciones hicieron que se mantuvieran sometidos, para que pudieran ser utilizados en presentaciones al público.
La vida en el zoológico provoca graves traumas psicológicos en los grandes simios, provocados por la soledad (no ver, oír, convivir con otro de su especie), por el confinamiento en un territorio sumamente restringido (la legislación que determina el tamaño del recinto está obsoleta en términos de respeto al tamaño que ofrece un verdadero bienestar a los chimpancés) y por el estrés de la exposición intensa y el acoso del público.
Los chimpancés que llegan al Santuario de Sorocaba muestran cambios de comportamiento positivos en poco tiempo, ya que pasan a formar parte de una gran comunidad de su propia especie y son cuidados con gran respeto y dedicación por parte de nuestros empleados.
En el Santuario de Sorocaba, cada chimpancé es un ser individual con sus características y personalidades intrínsecas. Para nosotros, los chimpancés mantenidos bajo cuidado humano deben tener, como mínimo, libertad de elección sobre cuándo alimentarse, en qué parte del recinto quieren quedarse, ver/oír a otros de su especie, dónde quieren dormir. .. Integrar en una comunidad de los suyos, para que alcancen un nivel de bienestar real y adecuado, que creemos que es algo cercano a la felicidad misma.